Un problema recurrente que encuentran los diseñadores gráficos cuando trabajan con fotografías es compatibilizar sus diseños con la calidad, el formato y el color de las mismas. Para ello, el estudio de comunicación nos ofrece una línea de estilo o moodboard basado en un manual de marca, el cual nos servirá de guía para realizar la sesión de fotos, y hay que seguirlo a rajatabla.

Dejar tu sello o evidenciar tu arte en esta disciplina fotográfica no sirve de mucho. De hecho, solo complicará las cosas.
Trabajar en contacto directo con los diseñadores gráficos hará que los proyectos no sufran demasiados cambios, se reducirán las horas extra y ahorraremos alguna migraña que otra.

Cuando hacemos Fotografía Corporativa debemos ser camaleones, acercarnos a la marca, formar parte de ella y adquirir sus formas y colores.

Es bueno recordar que el Branding Fotográfico es solo una pequeña parte de las muchas que componen un ejercicio del Branding. Diseño en todas sus vertientes, naming, branding olfativo, sonoro… y un largo etcétera.

¿Creéis que la dichosa melodía de Mercadona (creada por el músico Lluís Miquel) , pretendía ser el centro absoluto de la marca? No lo creo. Se adaptó y creó una pieza muy pegadiza.
¿Creéis que la empresa que creó el olor de las tiendas Zara Home o Stradivarius, pretendía ser el centro de la marca? No. Tan solo asumió su parte.

El Branding es de los ejercicios mas multidisciplinares que existe.
Pretender resaltar sobre los demás o trabajar con una mentalidad «my way» en un proceso de Branding complicará las cosas y no tardarás en abandonar el barco.